nuestra Fundacción
Somos una organización sin fines de lucro creada por el fallecimiento por suicidio de Katy, hija de los fundadores. Su propósito es prevenir suicidio juvenil uniendo a la comunidad y activando resiliencia.
Nuestro objetivo es promover la salud mental juvenil, desnormalizando la ciberviolencia y sus consecuencias, uniendo organizaciones publicas y privadas para lograr acciones preventivas y prácticas eficientes.
Nuestro propósito es inspirar resiliencia desde el amor y el coraje para activar la figura del testigo salvador.
mISIÓN
Prevención de ciberviolencia y suicidio juvenil por medio de la sensibilización, alfabetización y desarrollo de herramientas prácticas y eficientes que activan la solidaridad y resiliencia en jóvenes, sus comunidades estudiantiles y familias.
vISIÓN
Posicionarse como fundación líder en promoción de la salud mental, investigación y resolución positiva de experiencias de violencias en medios digitales que contribuye activamente al desarrollo de políticas públicas y programas para jóvenes en Latinoamérica
estrategia
Nuestro trabajo como Fundacción se ampara en tres líneas:
- Sensibilización
- Alfabetización
- Desarrollo de herramientas
Primero el problema debe hacerse visible, se deben ver las consecuencias y asumir la responsabilidad, para esto, nos enfocamos en ser canales de sensibilización por medio de charlas en colegios, institutos de educación superior, municipalidades, universidades, medios de comunicación, TV, radio y prensa.
El siguiente paso es la alfabetización, para lo cual pedimos constituir comisiones mixtas dentro de las instituciones. Luego se visualizan, se muestran y se declaran las problemáticas de la comunidad, dando a conocer una visión y planteando estrategias de solución.
El tercer paso es concretar el trabajo realizado con comisiones mixtas, implementando metodologías y programas para motivar a las comunidades.
El acoso escolar no es algo nuevo, ha sido uno de los temas más estudiados por los expertos, pero como sociedad hemos optado por normalizarlo sin detenernos a pensar en los efectos y consecuencias que genera.
Con la irrupción de las redes sociales este acoso escolar, que en años anteriores terminaba los viernes, encontró más espacios para atacar a otros sin límite de horario, fechas o ubicación, y peor aún, sin el monitoreo activo de adultos.
La tasa de suicidio adolescente en Chile es de 3 jóvenes que pierden sus vidas por semana, donde detrás de cada uno que lo ha “logrado” hay entre 80 y 100 que lo están intentando y quién sabe cuántos más lo están pensando.
El suicidio es la segunda causa de muerte juvenil en Chile y a nivel población general, hay un suicidio cada 5 horas, según las estadísticas del Ministerio de Salud de Chile. El acoso escolar, tanto físico como en redes sociales, multiplican por 11 veces las ideas suicidas en jóvenes entre 10 y 19 años, según un estudio realizado en USA en agosto 2018.