“La actividad de la Fundación Summer nos sensibiliza como comunidad universitaria”

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La prevención del suicidio y del ciberacoso no debe ser una tarea exclusiva de los colegios. También la Educación Superior tiene un rol importante que jugar en esa materia. Eso lo sabe perfectamente la Universidad del Bío Bío.

Desde el año 2020 el centro de estudios trabaja en un proyecto que busca promover la corresponsabilidad en el cuidado de la salud mental al interior de la comunidad universitaria.

“La salud mental siempre ha sido un tema relevante, pero más aún ahora con la situación de pandemia que atravesamos. La salud mental de toda la comunidad universitaria, especialmente la de nuestros/as estudiantes, se ha visto profundamente afectada, con indicadores internos preocupantes. Muchas veces, además, los sistemas de respuesta clínicos no dan abasto para responder a la demanda de atención, por tanto, buscar estrategias que apunten a la sensibilización, prevención, promoción y a generar una comunidad articulada y responsable con el cuidado de la salud mental resulta esencial”, explica Eduardo Pino, trabajador social del departamento de Bienestar Estudiantil de la Universidad.

En esa línea, este año, la agrupación estudiantil Micelio -que busca formar facilitadores/as comunitarios/as para eso- organizó una actividad junto a la Fundación Summer. No pensaron dos veces antes de elegir a Evanyely Zamorano y Emanuel Pacheco.

“La experiencia y labor que realiza la Fundación es maravillosa, ya que, además de ser una bandera de lucha por parte de los/as fundadores, que a raíz de una lamentable experiencia personal asumieron este desafío, lo abordan de manera muy profesional y entregando la información de manera tal que toda la audiencia reciba el mensaje de manera efectiva”, dice Andrea Margarita Fuentes Méndez, trabajadora social y subdirectora de Desarrollo Estudiantil de la Universidad.

Además, añade Eduardo, “teníamos antecedentes de la forma en que trabajaban. Y sabíamos que ellos representan una realidad que, muchas veces, es invisibilizada o tabú y que, en el caso de su fundación, buscan visibilizar y enfrentar con un mensaje de unidad claro y potente”.

En total, asistieron más de 100 personas a la charla realizada por la Fundación Summer en la Universidad del Bío Bío. En esta, “la fundación nos entregó una visión distinta de lo que es la prevención del suicidio juvenil, enfocado en una experiencia de ciberacoso. Esto se materializó en un taller dinámico y cautivador de la audiencia (convocatoria triestamental universitaria)”, comenta Andrea.

En su opinión, “todos y todas los participantes que asistieron quedaron muy satisfechos y comprendieron el mensaje de manera clara: debemos ser testigos salvadores”. Eduardo coincide: “fue una experiencia muy enriquecedora que nos hizo pasar por muchas emociones y por sobre todo reflexionar acerca de cuál es el rol que cumple cada uno/a en la prevención del ciberacoso y del suicidio”.

Ambos trabajadores sociales consideran que la charla puede mejorar el ambiente en la Universidad. “Hablar de salud mental y suicidio, nos permite ver realidades a que muchas veces preferimos no ver, y luego de esto, tomar acciones, que de manera institucional nos permitan avanzar en la prevención. La actividad nos sensibiliza como comunidad universitaria y nos compromete a trabajar de manera conjunta y decidida en acciones concretas para prevenir el ciberacoso y el suicidio”, plantea Eduardo.

“El sensibilizar genera cambios de paradigma, genera que todos y todas nos hagamos conscientes de que somos responsables de poder apoyar al otro u otra si está pasando por un mal momento. En resumen: asumir que el/la otro/a también me importan”, agrega Andrea.

Los dos destacan que han recibido muy buena evaluación por parte de los asistentes a la charla. “Los comentarios recibidos por parte de la comunidad Universitaria y asistentes externos, dan cuenta de una muy buena evaluación de la actividad, que a todos nos hizo transitar por diferentes estados emocionales, para finalmente comprometernos como comunidad con ser testigos salvadores”, comenta Eduardo. “Les encantó (a los asistentes) lo dinámico de los expositores y lo conmovedor del mensaje”, añade Andrea.

De aquí en adelante, Andrea espera que el mensaje de la fundación “haya sido internalizado y cada vez más se sumen participantes de todas las actividades que seguiremos desarrollando como Dirección de Desarrollo Estudiantil en esta temática”. La Universidad debe, en opinión de Eduardo, “avanzar mediante la realización de actividades que apunten a la sensibilización, en una política universitaria que promueva la corresponsabilidad y cuidado de la salud mental como eje fundamental del desarrollo universitario”.

“La reflexión que saco es que, con cambios pequeños a nivel individual, como ser un testigo salvador y cortar la cadena del ciberacoso, podemos aportar al cuidado de la salud mental. El llamado es a actuar, a no ser pasivos, a hacernos cargo de nuestra salud mental para ser un aporte a la salud mental de los y las demás”, concluye Eduardo.

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